ALMA

Nuestro cuerpo es una materia perecedera.

El verdadero valor de cada uno nosotros esta en el espíritu. (Job 10:9-13)

Tu no eres producto en una casualidad, fuiste gestado en el pensamiento del Creador para llevar a cabo sus propósitos; pero, has descubierto tu propósito en este pequeño peregrinaje de tu vida por este mundo? o te ha engañado el detractor de tu alma que te quiere ver triste, agobiado, derrotado, no valorado por ti mismo, sin propósitos, sin visión, y sin sabor a la vida.

Es de comprender que el ladrón no vino sino para matar, hurtar y destruir; pero Cristo, hace mas de 2000 años, vino y murió para que por medio de el tengamos vida, y vida en abundancia.

Vida en abundancia quiere decir, gozar de sus bendiciones aquí en la tierra y apropiarse de la herencia celestial, que es la salvación de nuestras almas por medio de la fe en el Hijo de Dios.

Pero, salvos de que? puesto que el cuerpo va a la tierra de donde fue tomado, (según Salmos 104:9), no obstante el espíritu debe rendir cuentas a aquel que lo deposito en ese cuerpo. (Daniel 12:2-3).

Ser un religioso o conocedor de las escrituras no nos exime de condenación, pues Cristo prescribió sentencia para los fariseos y escribas, que eran los maestros de la ley de aquel entonces, pero les dijo "...mayor condenación tendréis por hipócritas" (mateo 23:14).

En San Juan 3:16 al 19 se resume este discurso. Porque, Dios envió a su hijo al mundo por tanto amor que nos tuvo, para que todo el que en El cree no se pierda, si no que sea salvo por El; y Cristo vino, no para condenarnos, su deseo es que seamos salvos y que ninguno se pierda. El que cree no es condenado, pero el que no cree, ya es condenado; y la condenación se refiere que, aunque Cristo siendo Luz, vino al mundo pero los hombres por sus malas obras aman mas lo malo y las tinieblas.

Pero Dios muestra su amor para cada uno de nosotros, en que siendo pecadores, Cristo murio por nosotros (Romanos 5:8)

 QUE DIOS TE SIGA BENDICIENDO MAS Y MAS, SI AUN NO LE HAS RECIBIDO EN TU CORAZN . HOY ES BUENA HORA.

Dile en vos alta y fe en el corazón "Jesús Creo que eres el Hijo de Dios, Que moriste por amor a mi, y para librarme de cunto pecado he acumulado en mi corta vida, por medio de la sangre vertida en la cruz. Creo que moristes pero que Dios te resucito de entre los muertos para darme vida eterna, la cual recibo hoy y tepido la fortaleza y aumentes mi fe para serte fiel, amen".